El CO₂ es vida. Al respirar, lo exhalamos, estamos vivos. En general, no es un gas tóxico para las personas. Aunque todos coincidimos en que, junto con otros gases más desconocidos, el CO₂ es el culpable del calentamiento global, de riadas y sequías. Es una de las razones de nuestras desdichas como civilización. La concentración de gases efecto invernadero, tan nociva, bate récords todos los años.