Para tomar la decisión, analiza todos los puntos comentados. Entra en detalle. Piénselo, valora los aspectos positivos y negativos de cada alternativa. Con las cartas sobre la mesa, toma tu decisión.
No existe una fórmula matemática para saber si funcionará o no. Uno nunca tiene la capacidad de verlo totalmente claro. Al final, después de hacer su análisis concienzudo deberá tomar una decisión. Esta es una decisión totalmente personal e intransferible. Tampoco es bueno caer en la parálisis del análisis. Una vez llegue a las dos o tres alternativas finales dignas de tu consideración, deberás decidirte. Y una vez te hayas decidido por una y hagas realidad el proyecto, olvídate de las anteriores alternativas y pon toda tu energía en impulsar tu nuevo negocio. Señales para desconfiar durante la compra de la franquicia: