Las emisiones de gases nocivos son los principales causantes del cambio climático que está amenazando nuestro modo de vida o, al menos, como hoy día lo conocemos.
La estrella principal de los gases nocivos es, sin duda, el CO₂. El mundo más desarrollado y, en especial, Europa está en una lucha sin cuartel por reducir las emisiones, desde las cumbres del clima se lanzan mensajes muy críticos con las actitudes de gobiernos y de los propios ciudadanos. La Unión Europea es la comunidad de naciones más preocupada, lo que se ha llevado a directivas europeas y normas nacionales que están implantándose poco a poco en el mercado único europeo.
Además, ha normado el acceso de productos de otras regiones del mundo que no han legislado y que, por lógica, han evitado su regulación. En 2050 toda la Unión Europea estará trabajando para conseguir el Cero Neto, es decir, el equilibrio entre sus emisiones y sus reducciones y, sobre todo, compensaciones.
La estrategia europea CSRD de medición, reducción y compensación de las emisiones de CO₂ por parte de las empresas europeas contiene una serie de iniciativas para hacer que, en 2050, la Unión Europea alcance el ansiado nivel Cero de emisiones de CO₂.
Obviamente, el escenario va a exigir medición y certificación de la huella de carbono, así como la reducción y la compensación de las emisiones de todas las empresas en Europa. Todo esto supondrá costes e inversión para nuestras empresas, pero también es cierto que el esfuerzo no será muy grande frente a los beneficios en la lucha contra el calentamiento global o el cambio climático.
También hay un efecto beneficioso en las ventas y en el posicionamiento de las marcas europeas a la hora de competir con un consumidor medio europeo, cada vez más joven y más concienciado a la hora del consumo de productos que no sean grandes contaminantes.
La UE ya tiene en fase voluntaria más de 50.000 empresas midiendo y compensando sus emisiones, invirtiendo para descarbonizar en función de ese Pacto Verde. En poco tiempo (en 2 años) todo esto ya no será voluntario. Será obligatorio para esas 50.000 empresas y su incumplimiento conllevará sanciones.
El Cero Neto mediante reducción es imposible de conseguir. Solo la compensación mediante la adquisición de bonos o créditos de carbono hará posible que las empresas alcancen el tan ansiado cero emisiones netas.
Para compensar será necesario adquirir derechos o bonos de carbono en los diferentes mercados, el regulado de cada nación o el mercado voluntario internacional. También será posible “crear”, “fabricar” esos bonos por las empresas y organizaciones mediante la participación e inversión en proyectos de reforestación o con el cambio de uso de montes agrícolas, entre otras fórmulas.
Los bonos son productos imprescindibles para poder compensar. Es por ello que están convirtiéndose en un bien muy cotizado en un mercado nacional e internacional con continuos crecimientos del precio de esos derechos. Estos mercados son bolsas de materias primas que ponen a disposición de los mejores postores bonos a un precio que se cotiza diariamente.
Hacer frente al cambio climático es uno de los retos más urgentes y complejos de nuestro tiempo, ya que va a exigir un nivel de inversión muy relevante.
La inversión en la creación, en la compra y en la venta de los créditos de carbono es un muy buen negocio. Los bancos y agentes de cambio y bolsa, así como fondos de inversión en todo el mundo, han creado líneas de negocio de mercados de carbono. En ellas ofrecen a inversores de todo el mundo productos que les ayuden a gestionar sus compromisos regulados y/o voluntarios relacionados con el cambio climático, pero también sin esas necesidades, invertir en bonos de carbono se trata de una inversión financiera de alta rentabilidad.
La compra de derechos de carbono para las empresas puede ser una necesidad del compliance del negocio, además de una magnífica oportunidad estratégica, para diferenciarse de la competencia al liderar la lucha contra el cambio climático. Pero también para invertir en un mercado de futuros seguros y de alta rentabilidad.
Como ejemplo podemos citar al banco español BBVA, que ya en 2018 lanzó su Compromiso 2025, por el cual se comprometía a movilizar un total de 100.000 millones en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera. Acabó 2021 con una movilización de 86.000 millones de euros, y ese mismo año incremento su objetivo un 100% llevándolo hasta los 200.000 millones de euros.
Recoletos Consultores cuenta con un área financiera, Recoletos Capital, liderada por Ángel López Goitia y Andrés Braz que están desarrollando un producto financiero de inversiones en bonos y créditos de carbono con el objetivo de acompañar a los clientes que ya tenemos para hacer su huella de carbono, su plan de reducción y su plan de compensación. Trabajamos desde el conjunto de áreas de Recoletos para mejorar la prestación del servicio a nuestros delegados y clientes. La creación de un producto financiero propio dará gran rentabilidad a las operaciones para todos, mejorando el precio para los clientes que certifiquen, reduzcan y compensen sus emisiones con nosotros.
Acerca de Recoletos Consultores:
Recoletos Consultores es una empresa líder en la creación y desarrollo de corredurías de seguros y departamentos de gestión de riesgos. Ofreciendo soporte operativo, técnico y jurídico, se posiciona como un aliado estratégico en el desarrollo empresarial.
La gestión global de riesgos empresariales no es solo una necesidad, sino una ventaja competitiva. Implementar estas estrategias permitirá a los empresarios no solo proteger sus activos, sino también maximizar sus oportunidades de crecimiento.