La familia Rébola creó esta empresa en 1993 fruto de la tradición familiar de cinco generaciones en el mundo de la panadería y de su obrador de pan tradicional con más de 100 años de antigüedad. Así, en 1993 inician la venta directa de productos de panadería y pastelería primero a través de tiendas propias y franquicias en Zaragoza y después, a partir de 1996, en el resto del país.
Su afán de innovación constante le ha llevado a experimentar un crecimiento sostenido: cuenta acutalmente con más de 40 establecimientos en 5 comunidades autónomas.